¿Sabes cuando conoces a alguien y te gusta tanto que te quedas en blanco, con cara de gilipollas y sin articular palabra? Pues eso me pasó a mi con este sujeto.
Lo conocí a través de una amiga y sólo habíamos tenido contacto a través de internet. A mi me gustaba, pero la prueba de fuego era vernos en persona.
Lo conocí el miércoles pasado en Alemania y la verdad es que superó con creces todas mis espectativas. Vamos que me encantó.
Él de primeras mostró bastante interés porque acababa de poner los pies en Alemania y ya me estaba llamando. Quedamos a tomarnos algo, mi amiga E (que fue nuestra anfitriona en Koblenz), mi amiga L (que fue mi compañera de viaje), D (que así se llama) y yo.
Esa noche muy bien, tomamos un café, después una cerveza y hablamos. Cuando nos despedimos éstas me miraron y supieron que me había encantado sólo con ver mi cara de gilipollas.
A la mañana siguiente E trabajaba y L y yo estabamos dispuestas a superar nuestra barrera lingüística de Sorry y Thank you e irnos de turisteo. A las 10 de la mañana, cuando estábamos intentando levantarnos me sonó el teléfono y era él. No tenía ganas de ir a la Universidad y se ofrecía a ser nuestro guía. Quedamos en una hora, así que salté de la cama y pensé que la cosa no podía empezar mejor.
Nos enseñó el monumento más famoso de Koblenz (aunque no llegamos a pillar muy bien lo de los huevos del caballo...en fin), después la fuente del niño que escupe...y ya poco más, porque a L le habían roto la maleta en el viaje y ella quería ver tiendas y buscar una maleta, así que el resto de la mañana fuimos de una tienda a otra, al centro comercial...mientras L miraba cosas nosotros la seguíamos pero ya empecé a darme cuenta de que mi conversación no era tan fluida como por internet.
Estaba super cortada, intimidada, yo que sé, la cuestión es que en vez de actuar como una persona normal, hablar con él, conocernos, reirnos, encantarnos...no, yo me dejé la lengua en casa y actué como una autista.
Fue super extraño. Yo que suelo hablar por los codos, callada como una muerta y con cara de alelada!! No me lo podía creer, pero me daba mucha vergüenza hablarle y para rematar se me metió en la cabeza que a él le había gustado L, con la que si hablaba, porque ella no había perdido la capacidad de articular.
Así que me fui ofuscando cada vez más y cuanto más me ofuscaba, menos hablaba. Tuve que darle la sensación de que era medio tonta, una borde o vete tú a saber, cuando era todo lo contrario, me moría por hablar con él...
Que cosas tiene la vida, hay que joderse.
Compramos la bebida para esa noche porque ibamos a hacer botelleo en casa de E. Él se había apuntado y traía a unos amigos, uno de ellos parecía destinado para L, pero a ella no le gustó.
En el botelleo, con eso de la bebida hubo algo de acercamiento. De allí fuimos a una discoteca llamada Palais. Y yo con eso de desinhibirme me pasé tres pueblos bebiendo. Pillé una buena. Y claro, borracha y ofuscada...soy un peligro.
Estuvimos bailando, hablando y jugando al futbolín, pero ningún amago de comerme la boca. Yo me estaba poniendo tensa. Y entonces D dijo que se iba. Que qué???????
Mi ofuscamiento llegó a su máximo. Cómo se iba a ir sin mi? Eso tenía que solucionarlo. Así que ni corta ni perezosa me dispuse a irme con él, quisiera o no.
El problema es que no me acuerdo que pasó. No sé si yo le dije que me iba con él o si él me dijo que me fuera. Punto importante, pero es lo que tiene el alcohol...
La cosa es que me fui con él, por el camino recuerdo que compró un kebab y me dió la mitad (yo no tenía ganas de comer, de hecho desde que llegué a Alemania se me cerró el estómago, supongo que de los nervios), yo le di dos bocados y el resto me lo guardé en el bolso para después...chica apañada (si, yo soy así), recuerdo que cogimos un taxi (que pagó él) porque lo que tiene ponerse monísima con los taconazos es que a esas horas de la mañana a las que toca recogerse ya no puedes andar dos pasos seguidos (y menos por Koblenz, cuyas calles son de adoquines y vas hundiendo el tacón a cada paso) y recuerdo llegar a la residencia de estudiantes donde vive. Todo eso lo recuerdo. Pero no recuerdo que durante todo ese trayecto nos diéramos ni un solo beso.
Fuera como fuese terminamos en la cama. Ahí si que hubo algún beso, pero tampoco recuerdo que fueran demasiados (a mi me encantan los besos), y si...recuerdo que hubo sexo. Eso lo recuerdo bastante bien...
continuará...
Lo conocí a través de una amiga y sólo habíamos tenido contacto a través de internet. A mi me gustaba, pero la prueba de fuego era vernos en persona.
Lo conocí el miércoles pasado en Alemania y la verdad es que superó con creces todas mis espectativas. Vamos que me encantó.
Él de primeras mostró bastante interés porque acababa de poner los pies en Alemania y ya me estaba llamando. Quedamos a tomarnos algo, mi amiga E (que fue nuestra anfitriona en Koblenz), mi amiga L (que fue mi compañera de viaje), D (que así se llama) y yo.
Esa noche muy bien, tomamos un café, después una cerveza y hablamos. Cuando nos despedimos éstas me miraron y supieron que me había encantado sólo con ver mi cara de gilipollas.
A la mañana siguiente E trabajaba y L y yo estabamos dispuestas a superar nuestra barrera lingüística de Sorry y Thank you e irnos de turisteo. A las 10 de la mañana, cuando estábamos intentando levantarnos me sonó el teléfono y era él. No tenía ganas de ir a la Universidad y se ofrecía a ser nuestro guía. Quedamos en una hora, así que salté de la cama y pensé que la cosa no podía empezar mejor.
Nos enseñó el monumento más famoso de Koblenz (aunque no llegamos a pillar muy bien lo de los huevos del caballo...en fin), después la fuente del niño que escupe...y ya poco más, porque a L le habían roto la maleta en el viaje y ella quería ver tiendas y buscar una maleta, así que el resto de la mañana fuimos de una tienda a otra, al centro comercial...mientras L miraba cosas nosotros la seguíamos pero ya empecé a darme cuenta de que mi conversación no era tan fluida como por internet.
Estaba super cortada, intimidada, yo que sé, la cuestión es que en vez de actuar como una persona normal, hablar con él, conocernos, reirnos, encantarnos...no, yo me dejé la lengua en casa y actué como una autista.
Fue super extraño. Yo que suelo hablar por los codos, callada como una muerta y con cara de alelada!! No me lo podía creer, pero me daba mucha vergüenza hablarle y para rematar se me metió en la cabeza que a él le había gustado L, con la que si hablaba, porque ella no había perdido la capacidad de articular.
Así que me fui ofuscando cada vez más y cuanto más me ofuscaba, menos hablaba. Tuve que darle la sensación de que era medio tonta, una borde o vete tú a saber, cuando era todo lo contrario, me moría por hablar con él...
Que cosas tiene la vida, hay que joderse.
Compramos la bebida para esa noche porque ibamos a hacer botelleo en casa de E. Él se había apuntado y traía a unos amigos, uno de ellos parecía destinado para L, pero a ella no le gustó.
En el botelleo, con eso de la bebida hubo algo de acercamiento. De allí fuimos a una discoteca llamada Palais. Y yo con eso de desinhibirme me pasé tres pueblos bebiendo. Pillé una buena. Y claro, borracha y ofuscada...soy un peligro.
Estuvimos bailando, hablando y jugando al futbolín, pero ningún amago de comerme la boca. Yo me estaba poniendo tensa. Y entonces D dijo que se iba. Que qué???????
Mi ofuscamiento llegó a su máximo. Cómo se iba a ir sin mi? Eso tenía que solucionarlo. Así que ni corta ni perezosa me dispuse a irme con él, quisiera o no.
El problema es que no me acuerdo que pasó. No sé si yo le dije que me iba con él o si él me dijo que me fuera. Punto importante, pero es lo que tiene el alcohol...
La cosa es que me fui con él, por el camino recuerdo que compró un kebab y me dió la mitad (yo no tenía ganas de comer, de hecho desde que llegué a Alemania se me cerró el estómago, supongo que de los nervios), yo le di dos bocados y el resto me lo guardé en el bolso para después...chica apañada (si, yo soy así), recuerdo que cogimos un taxi (que pagó él) porque lo que tiene ponerse monísima con los taconazos es que a esas horas de la mañana a las que toca recogerse ya no puedes andar dos pasos seguidos (y menos por Koblenz, cuyas calles son de adoquines y vas hundiendo el tacón a cada paso) y recuerdo llegar a la residencia de estudiantes donde vive. Todo eso lo recuerdo. Pero no recuerdo que durante todo ese trayecto nos diéramos ni un solo beso.
Fuera como fuese terminamos en la cama. Ahí si que hubo algún beso, pero tampoco recuerdo que fueran demasiados (a mi me encantan los besos), y si...recuerdo que hubo sexo. Eso lo recuerdo bastante bien...
continuará...
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