Cuando empecé la universidad llevaba el pelo cortito, y muy rubio, luego con mi manía de echarme tintes de colores pasé una temporada con el pelo rosa y luego degeneró en naranja.
Por entonces a una de mis compañeras le dió por llamarme Scully.
Como a la de Expediente X porque decía que me daba un aire.
Nunca me encontré el parecido aunque algo sí que teníamos en común.
Pensaba hablar de la Supercopa, de que parecía Navidad con tanto regalo, de lo mal que jugó ayer el Barça, de lo que odio al puto de Cristiano, de que Valdés se redimió sobradamente de su fallo de la ida, de lo mal que me caen los comentaristas de la tele, de que los titulares de la prensa me dan risa (Mejor la Liga que la Supercopa...veeeeenga).
Pensaba.
Pero centrándome en lo realmente importante.
Joder, ¿¿¿¿¿¿soy la única que se fijó en las tetas que ha echado Mou??????
Nos conocimos haciendo el Máster y nos bastó una mirada y una carcajada para saber que éramos igual de cabronas. Esas personas con las que no necesitas hablar para saber qué está pensando.
Estuvimos viviendo juntas 4 años (mi relación más larga hasta el día de hoy) hasta que tuvo un accidente en el curro y se fue a vivir a Almería (de donde es) con su novio (el de verdad).
Tenemos dos citas fijas al año, el SOS y la Feria de Almería (aunque este año la feria no ha podido ser).
Pero la distancia no ha enfriado la relación, por eso cuando ayer me dijo que hoy me iba a llamar para hablar y le dije: "Churri, pero no me llames muy tarde que mañana juega el Barça".
Ella se limitó a decirme: "Perra...ése es mi novio".
Porque no hay nada como poder ser tú misma 24 horas al día...y que aún así te quieran.
Calles desiertas, aparcamientos por todas partes, calor insoportable, ninguna sombra donde esconderse, silencio...
Pero también llena de fantasmas.
Justo ayer me crucé con uno de ellos.
- Rubia! Rubiaaaaa! ¿Quieres hacerme un trabajito esta tarde? Algo rápido...
El colega, obrero de la construcción y mayorcito para gilipolleces, estaba acompañado de otros dos tíos que le reían la gracia. No me digné ni a mirarlo.
Hay ocasiones en que prefiero hacerme la sorda para no liarla (porque soy matona pero pequeña y tengo las de perder), pero me dieron ganas de decirle:
Y tan rápido, mamón, contigo no tengo ni para empezar.
Me puse a ver Tenemos que hablar de Kevin sin saber mucho del argumento.
Pensaba que era la historia de una madre a la que le había costado mucho tener un hijo y que al conseguirlo se había encontrado con que no todo es tan bonito como lo pintan. El típico niño insufrible y problemático...
Pero me quedé corta. Mucho.
Quizá por eso me impactó como lo hizo. Por eso no os voy a contar nada, mejor verla sin saber, sólo diré que si antes tenía instinto maternal cero, ahora está en números rojos. ¿Puede alguien ser malo desde que nace? ¿El amor de madre es incondicional? ¿Hasta qué punto se puede culpar a los padres de las acciones de sus hijos? Uffffff.
La maternidad puede ser un regalo del cielo...o del infierno (esto como nuevo lema de Durex...)
Me pone muy tensa que me echen fotos en las que me digan de posar de una determinada manera, lo de ser natural no me sale (mi foto de orla es de pena ajena a pesar de que mi madre la tenga puesta en el salón...), por eso, siempre voy al fotomatón cuando necesito renovar algún carnet.
Menos fotos y peor calidad que en el estudio fotográfico de al lado, pero sé que no hay nadie detrás del objetivo viendo cómo pongo caras.
El otro día fui a renovar el carnet de conducir y cuando terminaron de hacerme la revisión de la vista, veo que el colega coge una webcam y empieza a apuntarme a la jeta...ehhh, ¿ésta es la foto que va a salir en MI carnet?...
Yo, recién levantada de la siesta, sin peinar, con el aparato recién puesto que no sabía si sonreír o cagarme en la hostia, mirando fijamente la cámara que yo creo que me puse hasta bizca y va el tío y hace un sólo disparo, UN SÓLO DISPARO...¿qué clase de despropósito es éste?
Pues el despropósito me llegó ayer por correo y se llama fiona.
Y esta semana me han hablado dos veces de un libro (todo el mundo de oídas y sin haberlo leído): 50 sombras de Grey.
Un supuesto superéxito en América, un libro erótico-festivo, porno para mujeres...(qué coño quiere decir eso?).
Al principio me tiró para atrás porque un libro que triunfa entre las marujas y las amas de casa no podía interesarme...pero a quién quiero engañar, soy ama de casa y soy maruja.
Así que al final tendré que leerlo a ver si es verdad lo del alto voltaje.
Cuando lo compre, por si acaso, aprovecharé para comprar también un cartel de esos que se ponen en las puertas de las casas...